Como era muy simpático, decidí quedar con este chico blanco y darle una oportunidad. Me empezó a gustar bastante, pero no tenía muchas expectativas a nivel sexual. Pensaba que no daría la talla y al final, acabó callándome la boca. Y es que cuando nos pusimos a follar, dejó claro que estaba hecho un semental y que tenía mucha experiencia, ya que logró llevarme al orgasmo mientras penetraba mi coño de ébano con todas sus fuerzas.